SE ENFRENTÓ A LAS OLAS CON UN BATE DE BÉISBOL
Hans Guldberg, natural de Dinamarca,
viajó la semana pasada a Bulgaria para enfrentarse al mar Negro e impresionar
así a sus compañeros de la asociación cultural neonazi a la que pertenecía.
“Creía que aquello estaría lleno de negros bañándose desnudos. Le explicamos
que no tenía nada que ver, incluso le enseñamos un artículo de la Wikipedia. Ni
siquiera lo leyó”, explica un amigo de Guldberg. Tras pedir una excedencia en
el trabajo, y armado con un bate de béisbol, unas gafas de buceo y unas aletas
decoradas con esvásticas, el joven racista llegó al mar Negro y buscó sin éxito
a los bañistas de color. Después de bucear durante horas, perdió los nervios y
golpeó el agua con el bate hasta que el agotamiento le venció y se hundió en
las profundidades.
“Fue una lucha a muerte del hombre
contra la naturaleza. Contra su naturaleza estúpida, quiero decir”, apunta el amigo
de la víctima. En el dormitorio de Hans Guldberg se han encontrado dibujos del
mar Negro con subsaharianos bañándose en sus aguas y un ejemplar de la novela
“Moby-Dick” en el que el término “ballena” se había sustituido con rotulador
por la palabra “negro”.
Siguiendo los deseos de su familia,
la cenizas del difunto neonazi serán esparcidas en el mar Negro en cuanto se
encuentre el cadáver. De momento, las autoridades sólo han hallado una de las
aletas de buceo flotando cerca de la orilla.
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